Consideremos
que una buena convivencia es uno de los pilares fundamentales del
funcionamiento de un centro y por ello consideramos que para que este objetivo
se vea cumplido, la integración de todos los Agentes Educativos es necesaria. En
ocasiones se piensa que la influencia que tengan los padres no tiene gran
relevancia en la actitud del alumno, pero no es así cualquier tipo de conducta
observada por el alumno puede influir de tal forma que el niño tienda a
repetirla indiferentemente de si causa efectos positivos o negativos sobre su
entorno, de ahí que queramos que estas normas sean acatadas tanto por padres,
profesores como niños.
Como
citamos en el desarrollo de nuestro Proyecto de convivencia, nuestros alumnos
son el reflejo del centro, es la imagen que van a dar al exterior de cómo los
hemos enseñado, en este caso a comportarse, respetar y tratar los diversos
asuntos que se les pueden plantear.
Con
las normas de convivencia que planteamos no solamente pretendemos que se cumplan
durante la etapa escolar, sino que se cumplan a lo largo del desarrollo del
niño y que perduren el mayor tiempo posible, durante toda la vida, ya que las
bases de respeto, amor, amistad que les intentamos inculcar pueden ayudarles a
resolver muchos tipos de conflictos.
Desde
el Centro esperamos que este sea el mejor modo de enseñar a convivir a nuestros
alumnos y que puedan aprovecharlo de la mejor forma posible.
Daniel Servando Germán Maldonado y José Ignacio Pérez Romero
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